Enero de 2018
Escribe Romer Cari, desde su zona tradicional de cultivación de coca en Apolo, departamento de La Paz:
“Aunque resulta difícil de creer, pero el mundo tiene que saber que en las zonas tradicionales vivimos una situación de erradicación forzosa, estigmatización, persecución y represión.
Pues, se vienen momentos difíciles para la familia cocalera. Nuestras organizaciones están divididas. Muchos de nuestros dirigentes son comprados o viven bajo todo tipo de amenazas.
Nos enfrentamos en los debates y en las calles, cuando denunciamos que se está vulnerando el artículo 384 de la Constitución Política del Estado, que define que “El Estado protege a la coca originaria y ancestral como patrimonio cultural, recurso natural renovable de la biodiversidad de Bolivia”.
En la práctica pasa lo contrario y la coca tradicional está en peligro.”